Todo lo que te hayan dicho sobre el fútbol en las islas británicas, la tradición futbolera, los aficionados, hooligans. Sus calles, sus cánticos, sus estadios.
Todo lo que te hayan dicho sobre los desplazamientos de las aficiones rivales a los campos más hostiles, sobre los pubs y las cervezas... no te creas nada. Es muchísimo mejor de lo que dicen.
Y por lo tanto, para vivirlo en nuestras carnes, nos fuimos cinco locos de la Unión Deportiva Las Palmas a gozarnos un partidazo de Europa League. Gracias a uno de nuestros colegas, de nacimiento irlandés y acento canario, pudimos tener acceso a la cupula más fanática de los aficionados del Rovers. Algo más de 4.000 aficionados que salieron desde Belfast, Dublín, Cork... por barco, por avión.
De los nuestros, cada uno partimos desde puntos distintos: desde Barcelona y Madrid, fueron dos de los colegas de Las Palmas que están viviendo en tierras peninsulares. Brighton, otro de los colegas que anda por Inglaterra estudiando. Desde Cork, nuestro colega irlandés. Y desde Gran Canaria salió un servidor. Todos nuestros corazones y gargantas se pusieron al ritmo de la afición irlandesa, que no paraban de animar en los 90 minutos, y entre más goles recibía, más animaba.
Coincidimos en que ha sido una de las mejores experiencias que hemos vivido. Recomendamos a los más futboleros que vivan el fútbol como lo vivimos nosotros ese día. Y sobre todo deseamos que nuestro club algún día esté jugando por esos lares, disputando ese tipo de competiciones.
Lo mejor de todo y de lo que más podemos presumir, es que ese jueves de Uefa, las gradas de White Hart Lane sonaban con acento canario.
Todo lo que te hayan dicho sobre los desplazamientos de las aficiones rivales a los campos más hostiles, sobre los pubs y las cervezas... no te creas nada. Es muchísimo mejor de lo que dicen.
Y por lo tanto, para vivirlo en nuestras carnes, nos fuimos cinco locos de la Unión Deportiva Las Palmas a gozarnos un partidazo de Europa League. Gracias a uno de nuestros colegas, de nacimiento irlandés y acento canario, pudimos tener acceso a la cupula más fanática de los aficionados del Rovers. Algo más de 4.000 aficionados que salieron desde Belfast, Dublín, Cork... por barco, por avión.
De los nuestros, cada uno partimos desde puntos distintos: desde Barcelona y Madrid, fueron dos de los colegas de Las Palmas que están viviendo en tierras peninsulares. Brighton, otro de los colegas que anda por Inglaterra estudiando. Desde Cork, nuestro colega irlandés. Y desde Gran Canaria salió un servidor. Todos nuestros corazones y gargantas se pusieron al ritmo de la afición irlandesa, que no paraban de animar en los 90 minutos, y entre más goles recibía, más animaba.
Coincidimos en que ha sido una de las mejores experiencias que hemos vivido. Recomendamos a los más futboleros que vivan el fútbol como lo vivimos nosotros ese día. Y sobre todo deseamos que nuestro club algún día esté jugando por esos lares, disputando ese tipo de competiciones.
Lo mejor de todo y de lo que más podemos presumir, es que ese jueves de Uefa, las gradas de White Hart Lane sonaban con acento canario.
Un saludo: Arriba d'ellos y C'mon Rovers!
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